Hay veces donde el
deseo no es suficiente, donde el
descontrol no es tan incontrolable, donde la
pasión se queja de ausencia, donde la
atracción se queda
corta, donde el amor tiene una
raja... y sin quererlo ni pensarlo,
aparece la razón.
Quizá esas dos palabras sean incompatibles
razón-amor, amor-razón no se puede amar
sin locura, pues un amor sin locura no es amor, un
amor sin locura está
sediento de pasión.
¿Qué es un invierno sin frío?
-Nada
¿Un amor sin escalofríos, sin temblores, sin sudores...?
-Nada