Parece una jodida enfermedad pero no lo es, es el más bello sentimiento que toda persona puede tener.
Por muy aventurero que seas, hay una sensación a la que todo el mundo tiene miedo pero que a la vez desea tenerla con toda su alma. Sentir mariposas en el estómago, sonreír sin motivo, pensar incoscientemente, entregar tu cuerpo, perder la razón y dejar que mande el corazón, estar enamorado es la mayor aventura para el ser humano.
No digas que ya lo has visto todo si no has visto esa sonrisa. Esos dientes perfectos, esos labios carnosos torciéndose y creando una mueca que te ilumina la cara, que es la mayor luz que nunca has visto y que jamás verás.
No creas que te has perdido en los más tenebrosos bosques si aún no te has perdido en esa mirada. Es como estas veces que te pierdes y no encuentras la salida, a lo mejor porque esa mirada mata, a lo mejor porque esa mirada te pierde, a lo mejor porque esa mirada te atrapa, a lo mejor porque no quieres buscar la salida.
Que ya puede estar Albert Einstein, Edison, Isaac Newton o Charles Darwin pero que ninguno solucionará el problema que él me ha planteado, que ninguno encontrará la solución a esta ecuación, que nadie me dirá cómo salir de este puto amor.
Y que a lo mejor piensas que estás alucinando pero es lo que conlleva el amor. Verle en cualquier parte y que todo te lo recuerde. Es lo que tiene el amor, es lo que tiene este insoportable sentimiento, evadirte del mundo para entrar en su cuerpo. Ese cuerpo que te pierde, ese cuerpo en el que deseas fundirte y crear uno, ese cuerpo que es lo más bello que has visto.
Y sí, eso es amor.