A la aventura.

Últimamente estoy escribiendo mucho, no sé porqué será, bueno miento, sí lo sé. Es porque necesito desahogarme y aquí me desahogo mucho y lo echo todo fuera sin importarme quién lo lea. Sí, he dicho que no me importa quién lo lea, porque sinceramente no sé quién eres tú. No sé si eres un amigo, un conocido, una persona de mi familia, un desconocido... no sé nada de ti. No sé de dónde eres, no sé cuántos años tienes, no sé cómo piensas, no sé si eres chico o chica, no sé si te conozco, no sé si entiendes el castellano... por no saber ¡no sé ni quién eres!.

 Una vez leí que te desahogas mejor con las personas que no conoces, simplemente porque no te pueden juzgar y ellos lo que hacen es escucharte e incluso puede que te apoyen; en cambio, si lo haces con alguien conocido éste te juzgará, aunque sea involuntariamente, y bueno que decidan ayudarte ya depende si esa persona está de tu parte o no. Es más, seamos sinceros, cuando contamos las cosas pocas veces admitimos que nosotros somos los culpables. Además, si lo admitiesemos creo que ya lo estaríamos arreglando. Por eso preferimos contar las cosas a un desconocido, porque no nos juzgará y como no nos conoce apenas nada, su opinión será tan breve que siempre nos apoyará a nosotros, ya que nosotros siempre diremos que no tenemos las culpas (sí, admítelo, todos somos humanos y nos equivocamos)

 Conclusión; no te conozco de nada, sí tú, al que estás leyendo esto, pero creo que si te pones a leer mis antiguas entradas entenderás un poco más de mi vida. No sé si te interesa o no, pero si lo lees será por algo. De todas maneras, gracias por leerlo. 

¡Ah! Encantada, soy Paula:)